En la penumbra de la tarde oscura
bajo luz casi apagada y tormentosa
iluminabase en tu cara aun más hermosa
el martirio de tu pena y amargura
en tanto yo quisiera virgen Pura
que mi llanto en tu mirar se confundiera
y la luna en su letargo te ofreciera
su esplendor de belleza y hermosura
y al verte en plenitud tan luctuosa
el otoño se tornara en primavera
mi pesar en esperanza revirtiera
y en tus ojos resurgiera cuan la rosa
en el jardín infame de la espera
Dedicado a nuestra Señora de la Soledad que ya luce ataviada de luto para el mes de todos los difuntos.
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